La tasa de mortandad en el parto en España está en un promedio de 5 mujeres por 100.000 bebés nacidos vivos, una de las más bajas. Pero esto no siempre ha sido así.
Estamos acostumbrados a acudir a hospitales donde nos atienden profesionales que disponen de buenas instalaciones, donde la limpieza e higiene prevale y donde diariamente se atiende a miles de personas, Por esa causa es necesario que el ambiente, los recintos, los instrumentos y por supuesto el personal del hospital: médicos, enfermeras, ayudantes y personal subalterno extremen las precauciones en cuestión de higiene.
Pero esto que nos parece lógico y normal, hasta hace relativamente poco los médicos desconocían las ventajas de proceder en sus asistencias con rigurosa limpieza.
El Dr. Semmelweis nacido en 1818 en Budapest era un obstetra que tenía un puesto en el Hospicio General de Viena , una de las más importantes maternidades de esa ciudad,
Tendremos en cuenta que todavía no tenía pruebas efectivas para esta conclusión pues hasta 15 años después de su muerte, Pasteur no empezaría hablar de los microbios y de la importancia de la higiene de los médicos.
La muerte de un colega por infección generalizada después de cortarse con un bisturí con el cual acababa de hacer una autopsia, fue lo que le hizo tomar la decisión de poner a la estrada de los quirófanos, un recipiente con agua y jabón ,
Son muchos los adelantados en materias que fueron incomprendidos por sus contemporáneos y posteriormente olvidados.
Prácticamente a la vez el médico estadounidense Oliver Wendell llegó a la misma conclusión.
Pero no fueron ninguno de estos dos médicos lo que se llevaron la gloria de este descubrimiento que ha salvado millones de vidas. Posteriormente fue achacado a Joseph Lister ya que fue el primero que operó con medidas higiénicas .